La Moda Sostenible durante la Semana del Bogotá Fashion Week
Kate Fletcher y Carla Fernandez fueron las invitadas internacionales, y en primera fila estaban las anfitrionas de la Academia, la cual, hizo el esfuerzo notable de proveer el gasto necesario para traerlas a compartir su especializado conocimiento con todos nosotros, las invitadas también dictaron un par de talleres intensivos a los estudiantes de las privilegiadas universidades y el evento en mención, fue de entrada libre para el disfrute de todos los asistentes.
A través de su experiencia como académicos, activistas y diseñadores, Carla y Kate, dibujaron en la mente de los asistentes la teoría y la práctica de lo que significa la sostenibilidad en la moda. Hay que tener en cuenta que Kate nació y creció en una región del norte de Inglaterra en la que los recursos en general, eran escasos, y Carla , tuvo una infancia muy cercana a los nativos de su región y sus orígenes mexicanos, el común denominador es que las dos, crecieron bajo circunstancias que las obligaron a aprovechar los estímulos que ofrecía su entorno, y en los dos casos, con resultados brillantes. Al final de su ponencia , en el espacio de preguntas y respuestas, se escuchó la intervención del público que buscaba respuestas concretas a sus inquietudes, y las cuales están brevemente transcritas a continuación:
Pregunta 1: Un asistente declaró, en tono de desesperanza, que la moda sostenible es imposible de sostener, lo que hacia del concepto una paradoja, ¨los esfuerzos que se hacen son muy ¨bonitos¨, pero, cómo se encuentran soluciones a un problema sistemático en la industria de la moda?¨
Respuesta 1: No existe paradoja, ya que la moda en si, es sostenible, lo que no es sostenible es el concepto de moda rápida y su modelo económico de producir bajo presión y a precios muy bajos para apalancar indicadores de ventas y ganancias, pero este modelo no necesariamente refleja el significado de lo que realmente es la moda. Ciertamente este modelo tiene muchos retos que enfrentar para lograr la sostenibilidad.
Desde sus comienzos, la moda no nació con las necesidades del consumidor de tener más de dos colecciones al año y de ser necesario y posible su concepción, lo que se necesita es diseñar cuidadosamente las prendas pensando en su ciclo completo, desde sus materiales, proceso de producción, uso e incorporación adecuada al ciclo de desuso y/o al desecho de la prenda.
Pregunta 2: Cuál es el aporte que puede hacer la academia al tema de sostenibilidad y cómo se logra la inclusión de técnicas ancestrales en el proceso evolutivo de la moda en nuestra región?
Respuesta 2: Idóneamente Carla Fernandez, hizo enfásis en que, para comenzar, hay que reconocer la diversidad en las manifestaciones culturales que a través de la moda podemos observar entre nuestras comunidades. Y en tres frases muy cortas, pero impactantes, resumió que se debe hacer ¨innovación en la tradición¨, que ¨la tradición no es estática¨ y por último que ¨la moda tampoco es efímera¨.
Accesorios creados a partir de la técnica de madera torneada para hacer molinillos para batir el chocolate, por la diseñadora Carla Fernandez. |
Ambas invitadas alentaron a los estudiantes en general, a ser valientes y pacientes, que ciertamente llegar a los estándares de sostenibilidad es un proceso que solo se logra adaptando los conceptos a su práctica poquito a poco, y que sobre todo, la clave está en ser apasionados y honestos en lo que hacen.
Entre los asistentes se escucharon nombres de diseñadores emergentes, como el caso de Angélica Balanta, que buscó respuesta en una inquietud enfocada en su marca.
Pregunta 3: Cómo es el manejo del precio final de una prenda que sea concebida de manera sostenible, ante la percepción de que siempre resultará siendo más costosa (para una marca como la mía, acentúo) que tiene como filosofía hacer moda incluyente?
Respuesta 3: Muchos bloggers e influenciadores de moda defienden a la moda rápida y hablan de la mal llamada ¨democratización de la moda¨ , como la accesibilidad a desear y obtener, pero la cruda realidad es que, detrás de los precios bajos, se esconde un precio real que está pagando el medio ambiente y los trabajadores por cuenta de las prácticas irresponsables de producción. Al final si reflexionamos, es un precio muy caro que estamos pagando todos.
El consumidor debe estar en capacidad de entender el proceso por el que que una prenda ha pasado antes de llegar a sus manos! y construir la conexión con un consumidor informado hará la diferencia. El ejercicio de ofrecerle al cliente la posibilidad de conocer el tiempo que se requiere, la cantidad de recurso humano empleado, y procesos para elaborar la prenda, es lo que realmente asigna el valor final y real. En la práctica, también un diseñador puede diversificar en su portafolio de productos y tener un best-seller (o varios) que absorverán los costos de la existencia de otras prendas más exclusivas.
Ahora, si bien es cierto que Fashion Revolution Colombia ha tenido oportunidad de hablar personalmente con casi todos los organizadores de la jornada desde el inicio del movimiento (y hablo ya en primera persona) ciertamente no ha sido propiamente fácil lograr el reconocimiento al esfuerzo que se viene haciendo desde hace dos años ya, de curar un contenido especializado y ofrecerlo a través de nuestras redes sociales, para que todos los interesados en el tema de moda sostenible accedan a las fuentes del conocimiento de manera fácil y gratuita. Entonces, aprovechando el micrófono, y con la misma curiosidad de todo el público , yo , Angélica Salazar, amablemente le pedí al auditorio que levantara la mano si conocían el movimiento, solo para cerciorarme gratamente de que más de la mitad del público nos reconoce!
Pregunta 4: Cuáles piensan Uds. que han sido los principales logros de movimientos como el de Fashion Revolution a nivel global?
Respuesta 4: Según Kate Fletcher , quién ha sido también pionera y activista del movimiento, uno de los mayores logros es poner en evidencia el poder que tiene los medios sociales en generar reacciones colectivas, en las cuales las personas como consumidores de moda, han estado empoderadas de exigir a las marcas unos estándares mínimos y adecuados para los procesos y condiciones en las que sus trabajadores están empleados. Es muy fácil cerrar los ojos, y comer sin pensar que nuestra comida está envenenada con pesticidas, o lucir un vestido que ha sido confeccionado por una mujer en condiciones de esclavitud.
Después de todo entonces, existe la evidencia de que la transparencia, es sin lugar a duda, el clamor colectivo a nivel mundial y que las marcas han tenido que ceder ante la presión.
Finalmente, no todo fue color de rosa durante el conversatorio, ya que , por ejemplo, ante la Pregunta 5, que hizo el Director del programa de Diseño de Vestuario de la Pontificia Universidad Bolivariana (Medellín), acerca de cuáles son las políticas de regulación en la producción de la industria moda en Colombia, no hubo respuesta adecuada disponible, ya que, desafortunadamente, toda esta conferencia falló en tener más respuestas que estuvieran en contexto con nuestra realidad nacional.
Y es que, el asunto radica en la ausencia de organizaciones, colectivos, individuos o empresas que se dediquen a generar un ecosistema de creación de contenido dedicado al capítulo de sostenibilidad en la creciente industria de la moda en Colombia.
Es por eso que, basados en la esencia del movimiento, Fashion Revolution seguirá intentando conectar y dar visibilidad a las marcas, a los diseñadores, a los consumidores y a la academia, en los espacios en los que nuestro altruísmo lo permita, para seguir co-creando conocimiento, haciendo uso de las capacidades colectivas , infraestructura y experiencia de todos los que se quieran involucrar, no solo para ser activistas de sofá como algunos nos han llamado, o los indignados de la moda como otros lo han sugerido, sino como verdaderos influenciadores para poder construir conocimiento y conectarnos en pro de un sistema de moda que valore, no solo la ganancia, sino a las personas y al medio ambiente de igual manera.
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